Qué hacer si cree que necesita un abogado de familia

Si tiene la necesidad de modificar las circunstancias legales de su vida en pareja o de reclamar algo en relación con sus padres, hijos o resto de familiares, posiblemente necesite un abogado especialista en derecho de familia.

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Lo que más se conoce en relación con el Derecho de Familia es todo aquello que tienen que ver con la ruptura de la pareja: separación, divorcio, liquidación de bienes gananciales, nulidad civil/eclesiástica o modificaciones de las medidas ya adoptadas. No obstante, el Derecho de Familia también se ocupa de los aspectos legales relacionados con el resto de la familia, como pueden ser incapacidades, tutelas, curatelas, prodigalidad, paternidad o herencias, entre otros muchos casos. Si usted se enfrenta a una de estas circunstancias, necesita un abogado de familia.

El Derecho de Familia es una de las ramas del derecho que más ha evolucionado en estos últimos años. La sociedad está cambiando mucho en su percepción de la familia, lo que ha propiciado la continua aparición de nuevas leyes que modifican o incorporan nuevas formas de regular estas relaciones. Como ciudadano, es frecuente tener la percepción de que se tiene un derecho o una obligación que la ley hace años que no lo contempla. Por ello, en el caso del Derecho de Familia es muy importante contar con un profesional especializado que esté al día tanto de las leyes como de la práctica judicial.

En el caso del Derecho de Familia es muy importante contar con un profesional especializado que esté al día tanto de las leyes como de la práctica judicial.

La justicia tiene mucho que ver con el sentido común y, posiblemente, aquello que parece razonable sea lo más apropiado de llevar a la práctica. Sin embargo, en temas de familia existe un componente subjetivo muy importante, lo que hace que frecuentemente se confunda lo razonable con los intereses propios o que nos dejemos llevar por el hecho de que la otra parte tiene una mayor habilidad para expresar, argumentar y defender su punto de vista. Para evitar males mayores, ante de actuar, conviene seguir estos sencillos pasos:

  1. Lo más importante, no se precipite a la hora de tomar decisiones, especialmente si no son necesarias. Consulte antes a un abogado.
  2. No firme ningún documento público o privado sin el consejo de un abogado de familia de su confianza. Esto es especialmente importante si el documento incluye cualquier cláusula reguladora de la separación, divorcio o de la relación paterno-filiales.
  3. Si tiene dudas relacionadas con cualquier aspecto de la ruptura de la pareja, esto es, el uso de la vivienda familiar, custodia de los hijos, régimen de visitas de los hijos, pensión compensatoria, pensión de alimentos, no lo dude, consulte a un abogado de familia.
  4. Es importante guardar o hacer copia de cualquier documento relacionados con los aspectos económicos: nóminas, declaraciones de hacienda, recibos de gastos, pagos de hipoteca o simplemente los extractos bancarios.
  5. Una vez que es consciente de sus derechos y obligaciones, si es posible, siempre será más conveniente llegar a un acuerdo amistoso. Esta es la primera opción de cualquier abogado pero, si no fuese posible, un abogado especialista en familia defenderá sus intereses con una mayor garantía.

Muchas separaciones de pareja o cualquier otra circunstancia familiar se ven abocadas a una mala relación durante años, incluso con animadversión extrema, debido a que no se supieron resolver los problemas de forma adecuada. El orgullo, que habitualmente es el motor de nuestras vidas, se convierte en los conflictos familiares en uno de los mayores enemigos, incendiario y provocador. Un abogado especialista ajeno al conflicto puede ayudar mucho a hacer posible que una circunstancia familiar no se convierta en un muro insalvable, pasando a ser simplemente una experiencia más.

Un abogado especialista ajeno al conflicto puede ayudar mucho a hacer posible que una circunstancia familiar no se convierta en un muro insalvable.